Andanzas de Yirko por esa galleta Oreo que es la vida

domingo, 1 de marzo de 2009

He vuelto por petición popular (mayormente por Zanahoria, que sino me corta los...) aunque no tengo muchas cosas que contaros. Bueno no, miento, si que tengo cosas que contar. En este mes, que es mi favorito del año, han pasado varias cosas ente ellas que llegue a la edad de 20 años (aplausos) y debo de decir que en unas condiciones físicas buenas, aunque estoy algo fondón. En cuanto a mis condiciones mentales, debo decir que no están tan bien como las físicas (estoy algo fondón).

Hay que ver, que lejos queda aquel 18 de febrero de 1989 en el que mis padres decidieron traeré al mundo. Digo decidieron, porque a mi madre le había programado la cesárea para una semana más tarde, pero ella decidió ir al médico porque ya no aguantaba más (es la versión Yirko de la historia con dos cervezas). También queda lejos aquel 18 de febrero en el que cumplí los 18. Era libre, despejado y tenía exámenes. Legalmente ya podía beber, fumar y conducir. Aunque también podía ir al talego por hacer dos de esas cosas a la vez. Recuerdo que ese verano, después de enterarme de que aprobé la selectividad, decidí que iba a hacer muchas cosas. Al final me toque los huevos hasta septiembre, cuando me tocó irme a Cartagena a la base de la Marina.



Mis compañeras de clase me preguntan como me siento al cumplir los 20, si me siento más viejo. Yo les digo que me siento igual que con 19, solo que con un año más. Al fin y al cabo ¿que es un año?, aparte de 365 días, no todos ellos laborables gracias a UGT y CC.OO. Sin embargo no es cierto (lo de los sindicatos si), si que me siento algo mayor, hay cosas que me habría gustado hacer, muchas cosas. Sin embargo creo que se me ha abierto una nueva etapa por delante llena de ilusiones y desengaños, de saborear la vida como no la había saboreado antes... ¡Oh dios mio! creo que he llegado a la crema de la oreo.



Dejando el tema de mi vejez, este mes también he metido a mi novia en una adicción: los Crispy Chicken. Amigos lectores, si por casualidad tienen amigos que no han comido casi nunca en BK, McD o establecimientos en los que se sirvan alimentos con el nivel nutritivo de un zapato cubierto con petróleo, sigan mi consejo: ¡No los llevéis! Desafortunadamente mi amiga Zanahoria era una de esas inocentes personas hasta que cometí el erro de llevarla a un BK. Ahora esta recibiendo tratamiento especial para quitarse el mono. Rogamos no hagáis bromas al respecto.



En otro orden de cosas este mes también es el mes de los enamorados. Enhorabuena a los que tengáis pareja, churri, churro, tortolito, etc. Ya se que la felicitación va algo tarde pero es que ya os he dicho que mis facultades mentales no están en plena forma. A todo aquellos que no tengáis pareja o cualquier otro espécimen de la talla, os doy un consejo: aprovechad (consejo sobre todo destinado al público masculino).



Aún así queridos lectores he de decir que mi novia me ha hecho un regalo bastante chulo por san Valentín, así que tampoco es tan grave el berenjenal en que me he metido (lo siento Zana, ya conoces mi naturaleza bromista y algo cabrona)



También hay que decir que este mes se me ha hecho bastante largo porque tengo a un inquilino en mi habitación ( no no son los topillos, esos se hartaron de que los persiguiese con los petardos. Espero que no se enteren que no tengo mas). Se trata de un amigo de mi padre que por motivos personales (solo os puedo decir que se ha puesto el casco de vikingo) ha tenido que irse de casa y buscarse otro piso. Por supuesto, mi padre en toda su generosidad, le ha ofrecido mi habitación. Me dijo que el mes que viene firmaba el piso nuevo, así que espero que no tarde mucho en irse. Lo que si echaré de menos serán sus viajes en coche hasta la facultad por las mañanas, pero bueno, nada dura para siempre (afortunadamente)



Es también digno de mención que ya he acabado los exámenes. Me he deshecho de la peor asignatura que he tenido desde bachiller. Se trata nada mas y nada menos que de Historia de la Alemania Moderna (música tenebrosa). El profesor era un pesao de cojones (lo siento por el taco) y la asignatura un rollo de tres pares de narices, así que ha sido todo un alivio poder deshacerme de ella. La verdad es que tuve mucha suerte, porque hice los trabajos en el último momento, no estudié casi nada en el examen y me dormía en casi todas las clases, pero aún así saqué un 7. Sin duda alguna tengo mucha suerte (o es que este hombre le pega a alguna clase de bebida espirituosa). En cuanto al examen de Teoría de la Literatura, creo que mi suerte se gastó toda la munición en Historia, porque suspendí el examen de mala manera. De todas formas no me quejo, porque tampoco estudié mucho.
Bueno, ya no me quedan muchas más cosas que contar así que será mejor que os deje tranquilos. Sin embargo antes quiero daros un consejo: la vida es como un galleta oreo, tiene cosas que nos gustan más y que nos gustan menos, sin embargo en su totalidad está muy rica (y si la mojas mejor ;))
Hasta otra, cambio y corto.

3 comentarios:

Zanahoria dijo...

Jajajajajaa
Yo me sigo partiendo con lo del zapato. Y sí, tú ríete de las degracias ajenas, pero maldito sea el Crispy Chicken. Una y otra vez.
Y alguno por ahí no está necesitado de ésas precisamente... ¿¿¿EEEEHH???

Bueno, que me alegro mucho de que hayas vuelto a escribir, que lo sigues haciendo todo tan divertido como siempre, y que no seas pesado: ¡que escribes muy bien!
Petardo...

Un besuco, te quiero.

Tesse dijo...

Qué bien que actualices ^^
Yo he llegado a la conclusión de que es mejor hablar de 19+1 que de 20 años. Se siguen teniendo los 19 pero con un poco más de experiencia, y así, trauma menos jajaja ;)
Por cierto,me gusta la nueva plantilla

Anónimo dijo...

Nunca he probado el Crispy Chicken, pero ahora tengo curiosidad... ¿tan adictivo es? Mmmhh, lo podría considerar como un reto xDD, jajaja.

Felicidades, aunque sea con retraso!! U_U

Un besito.